Mientras se repiten las marchas en la Capital formoseña por el fin de las restricciones y con diversos pedidos pero con el núcleo de las pymes para poder volver a trabajar, aparece el dato con el efecto de la pandemia sobre los empleados registrados: 800 empleos se perdieron en el 2020.
De acuerdo al informe de situación y evolución del trabajo registrado del mes de diciembre, pero publicado en este mes de marzo por el ministerio de Trabajo de la Nación, se muestran que hay ahora 23,500 empleos registrados en la provincia, contra los 24,3000 que dejó el 2019 en toda la provincia.
Si bien el año pasado cerró con un aumento mensual sin estacionalidad del 1,3% entre los meses de noviembre y diciembre. El impacto de un nuevo retroceso en las restricciones genera un impacto se mostrará recién a mediados de año.
Perder empleo de calidad, con aportes jubilatorios y obras sociales, un duro golpe para una provincia que cuenta con 100.000 personas que están “en negro” o en la informalidad, de acuerdo a los informes de la ANSES en el marco del pago del IFE.
Este número de empleados registrados es apenas la mitad de los beneficiarios de las pensiones no contributivas que alcanzan a 50.000 personas, de las cuales 40.000 son pensiones por invalidez laboral.
Formosa, es la provincia con la menor cantidad de trabajadores registrados pese a que supera en cantidad de habitantes a otros distritos como La Rioja, Catamarca o Santa Cruz.

Este informe del Ministerio del Trabajo de la Nación presenta un diagnóstico de la evolución reciente del trabajo registrado con acceso a los beneficios contributivos provistos por el sistema de la seguridad social.
La información describe la evolución de la población ocupada que se encuentra declarada en los distintos registros administrativos que integran el sistema de seguridad social. No aparecen los monotributistas que si bien podrían esconder una relación de dependencia, encubierta, no con considerados como empleados registrados.