Con el objetivo de evitar nuevos aumentos, el Gobierno postergó hasta marzo la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). Ambos tributos, que tienen un impacto directo en los precios finales de las naftas y el gasoil en los surtidores, debían aplicarse a partir de este miércoles 1° de diciembre.
La decisión había sido adelantada por la Secretaría de Energía y finalmente fue confirmada a través del Decreto 820/2021, publicado en el Boletín Oficial.
Los impuestos a los combustibles se actualizan en forma trimestral de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor que mide el Indec. Pero desde finales de la administración de Mauricio Macri y en varias oportunidades durante la gestión de Alberto Fernández se fueron trasladando hacia adelante para evitar incrementos en las estaciones de servicio.
En los considerando el Gobierno señaló que actualmente se encuentran postergados “los incrementos en los montos de impuestos precitados derivados de las actualizaciones correspondientes al primer y segundo trimestres calendario del año 2021, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”.
En ese sentido se justificó que la medida instrumentada tiene como fin “asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios”.
En efecto, “tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles”, advirtió el Poder
El impuesto a los combustibles líquidos podría tener un impacto del 8% para las empresas, lo que representa un incremento del 2% en el precio final que pagan los consumidores en las estaciones de servicio, según las estimaciones del mercado.
El proyecto de Ley de Hidrocarburos que fue enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso prevé una modificación de la Ley 23.966 de Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) para establecer el tributo como alícuotas porcentuales del precio de los combustibles líquidos y no como una actualización trimestral por inflación.