“Se tiene que sacar la careta y decir que es un antiperonista”, esta fue la acusación que lanzó el fin de semana, en Laishí, el gobernador formoseño, Gildo Insfrán, apuntando al Obispo de Formosa, José Vicente Conejero Gallego.
El enojo del mandatario formoseño fue por la ausencia de los sacerdotes católicos en la gira por el oeste provincial durante los operativos por nuestra gente, en la que sí estuvieron pastores de las iglesias evangélicas. Muy cercanas al mandatario formoseño y con fuertes raíces en la comunidad originaria.
La temperatura fue creciendo porque Conejero, en declaraciones a la prensa, dijo que los sacerdotes “no iban a participar de actividades proselitistas, partidarias”. Desde el gobierno entienden que el operativo es un acto oficial, pero con un fuerte olor proselitista ante la llegada de las elecciones del 25 de junio.
En esa línea, Insfrán apuntó fuerte en el discurso: “no participa de los actos patrios, debe creer que somos una colonia todavía porque es de España, dijo sobre la máxima autoridad de la Iglesia.
Conejero puso la otra mejilla y evitó entrar en la polémica por las acusaciones del gobernador formoseño. “No voy a responder sobre eso”, lanzó en dos ocasiones cuando fue consultado por el tema en una entrevista en la FM 101.9.
El obispo formoseño, de todas maneras, apuntó a los políticos y candidatos al pedirle que “vean el bien común” de las sociedades y “evitar los personalismos” de cara a las elecciones provinciales.